Una sesión fotográfica en familia

Fotografiar a tres personas a la vez nunca es tarea sencilla. Fotografiar a tres, y que una de esas personas sea un alegre pequeñajo de dos años y pico, lo puede complicar aún más. Y sin embargo nada lo hace más sencillo que olvidarte de que son tres personas, cada una con su manera de relacionarse con la cámara, y retratarlos como lo que son, una única familia. Y lo mejor, como me pasó en este caso con Laura, Juan y Alfonso es que los conozcas como si de hecho fueran tu propia familia. Haciéndoles este álbum de familia he tenido la suerte de poder unir fácilmente el respeto y el tacto que hay que tener como fotógrafo con la conexión especial que hay que crear con ellos, porque todo ello ya venía ya de antes. Ambos aspectos son esenciales cuando te dejan entrar en la intimidad de sus propios lazos familiares, esos mismos que escrutas yendo detrás de la imagen que mejor lo represente.  Con Laura, Alfonso y Juan estaba convencido de que todo d todo iría genial.

 

El resultado aquí está.

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Con las viejas puntas

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